Jesús nos libera: del sepulcro a la vida plena

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03/02/2024 – La historia del endemoniado de Gerasa nos invita a reconocer nuestros propios sepulcros, esos lugares de muerte en los que muchas veces quedamos atrapados. Jesús no solo libera a este hombre, sino que lo convierte en testigo de su amor y poder. Llegaron a la otra orilla del mar, a la región de los gesarenos. Apenas Jesús desembarcó, le salió al encuentro desde el cementerio un hombre poseído por un espíritu impuro. Él habitaba en sepulcros y nadie podía sujetarlo, ni siquiera con cadenas. Muchas veces lo habían atado con grillos y cadenas pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos y nadie podía dominarlo. Día y noche vagaba entre sepulcros y por la montaña dando alaridos e hiriéndose con piedras. Al ver de lejos a Jesús, vino corriendo a postrarse ante él y gritaba con fuerza: – ¿Qué quieres de mí, Jesús Hijo de Dios, el Altísimo? Te conjuro por Dios, no me atormentes. Porque Jesús le había dicho: – ¡Sal de este hombre espíritu impuro! Después le preguntó: – ¿Cuál es tu nombre? Él respondió: – Mi nombre es Legión, porque somos muchos. Y le rogaba con insistencia que no lo expulsara de aquella región. Había allí una gran piara de cerdos, que estaba paciendo en la montaña. Los espíritus impuros suplicaron a Jesús: – Envíanos a los cerdos, para que entremos en ellos. Él se lo permitió. Entonces los espíritus impuros salieron de aquel hombre y entraron en los cerdos. Y desde lo alto del acantilado toda la piara, unos dos mil animales, se precipitaron al mar y se ahogaron. Los cuidadores huyeron y difundieron la noticia en la ciudad y en los poblados. La gente fue a ver qué había sucedido. Cuando llegaron adonde estaba Jesús, vieron sentado, vestido y en su sano juicio al que había estado poseído por aquella legión y se llenaron de temor. Los testigos del hecho les contaron lo que había sucedido con el endemoniado y con los cerdos. Entonces empezaron a pedirle a Jesús que se alejara de su territorio. En el momento de embarcarse, el hombre que había estado endemoniado le pidió que lo dejara quedarse con él. Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: – Vete a tu casa con tu familia y anúnciales todo lo que el Señor hizo contigo al apoderarse de ti, y al compadecerse de ti. El hombre se fue y comenzó a proclamar por la región de la Decápolis lo que Jesús había hecho por él y todos quedaron admirados. Marcos 5, 1 – 20 Los elementos en el relato de un exorcismo Las acciones de exorcismo, que relata la Palabra de Dios, constituyen un género literario, que supone algunos elementos que están claramente presentes en el texto que acabamos de compartir.• El primer elemento es el encuentro, entre el que exorciza y el que va a ser exorcizado.• El segundo elemento es el mecanismo de defensa, que despliega la presencia del mal, del demonio y lucha contra quien va a exorcizar.• El tercer elemento es la, que es la expulsión, la liberación.• El cuarto elemento es la epipompa, el envío del demonio a una víctima. El envío del demonio al mismo demonio, en este caso, a los cerdos. Que representan la figura del mal y al mar donde caen, donde también está representada la figura del mal.• Y el quinto elemento, el impacto, que la acción de liberación (el exorcismo) genera en otros espectadores. Todos estos elementos están presentes en el relato de exorcismo, como figura literaria. Como modo de construir y de hacer presente una acción prodigiosa, como es la de liberación de las fuerzas del mal en una persona, que impacta en sí mismo y que para Que es un exorcismo y de que se trata este en particular Pero ¿qué es el exorcismo? Cuando hablamos de exorcismo hablamos de liberación de la fuerza del mal. ¿Y cuáles son esas fuerzas del mal que aparecen en este relato? Todas aquellas que,

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