210: Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. 14/09/2021

Evangelio: Juan 3, 13-17: «Y dijo Jesús: "Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve"». Hoy, en la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, celebramos el gran amor de nuestro Señor Jesucristo hacia nosotros. Por amor se encarnó, se hizo hombre, y por amor, entregó su vida en la cruz. La cruz, instrumento de ignominia y humillación, con su entrega y sacrificio, pasó a ser signo de entrega y servicio a los demás. Signo que distingue a sus seguidores. Los cristianos no buscamos el dolor por el dolor; el dolor y el sacrificio son consecuencias del amor y del servicio que debemos ofrecer a los demás. Contemplando la cruz podemos percatarnos de hasta dónde puede llegar la maldad y el pecado en el mundo; pero también, podemos contemplar, el infinito amor de Dios, que nos envió a su Hijo único, no para condenarnos, sino para salvarnos. Bendición del P. Segundo Jiménez Vilela, de la parroquia Santa Ana de Huarmaca, diócesis de Chulucanas.  Redacción: Armando Jesús Lovera Vásquez