9 de Agosto - Posee el reposo de Dios

Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland - A podcast by Kenneth y Gloria Copeland

9 de Agosto Gloria Posee el reposo de Dios «De modo que aún queda un reposo para el pueblo de Dios… Procuremos, pues, entrar en ese reposo, para que nadie siga el ejemplo de los que desobedecieron» Hebreos 4:9,11   El reposo de Dios. Si consideramos la vida tan agitada y ajetreada que llevamos, ese reposo pareciera como algo muy bueno, ¿cierto? Pero, ¿de qué se trata exactamente y cómo entramos en Él? En los capítulos tres y cuatro de Hebreos se compara el reposo de Dios con la posesión de la Tierra Prometida por el pueblo de Israel. Esa tierra iba a ser un lugar donde todas las necesidades serían suplidas; un lugar donde serían libres de los ataques de sus enemigos; un lugar del que nadie podría sacarlos. Sólo debían entrar a la tierra y poseerla. Pero hubo algo que les impidió hacerlo: la incredulidad y la desobediencia. Como creyentes, nosotros también tenemos la oportunidad de entrar a una Tierra Prometida de abundancia y paz; una tierra donde podemos descansar de nuestras luchas y disfrutar de la victoria de Dios. Para entrar en ella debemos hacer lo que el pueblo de Israel no hizo: confiar en Dios y obedecer Su voz. ¿Cómo alcanzas ese lugar de confianza y obediencia? Al conocer a tu Padre. Estando en comunión con Él por medio de la oración y de la Palabra: ¡esa es la labor que te adentrará a Su reposo! Nunca olvidaré cuando recibí esa revelación. Había estado aprendiendo los principios de la fe y esforzándome por guardarlos. En ese entonces, parecía que deshacerme de la duda y la incredulidad sería difícil. Pero, un día, empecé a enfocarme en conocer al Padre en lugar de sólo conocer acerca de Él. Cuando lo hice, Él empezó a darse a conocer. Me dio muestras de Su corazón, de Su naturaleza y de Su amor. Cuando me mostró cuánto quería hacer por Sus hijos, mi lucha se convirtió en paz, mi duda en confianza y mi temor en obediencia firme. Entonces, pude entrar en Su reposo. Proponte conocer a tu Padre. Dedícate a esa tarea. Haz que sea tu “labor”. ¡Él tiene una Tierra Prometida de reposo que aguarda por ti! Lectura bíblica:  Hebreos 4:1-11

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