8 de Julio - Protegidos por el amor

Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland - A podcast by Kenneth y Gloria Copeland

8 de Julio Kenneth Protegidos por el amor «Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, bendigan a los que los maldicen, hagan bien a los que los odian, y oren por quienes los persiguen,para que sean ustedes hijos de su Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos» Mateo 5:44-45   Ama a tus enemigos…, pon la otra mejilla… A la mayoría de las personas eso les parece una forma muy débil de tratar con alguien que les ocasiona problemas. Pero, a decir verdad, es la manera más poderosa de actuar que existe. Es la forma en que Jesús lo hizo, y sus métodos nunca fallan. ¿Recuerdas cuando Jesús regresó a Nazaret y la gente religiosa estaba enojada con Él, tanto que querían arrojarlo desde un despeñadero? ¿Qué sucedió? Él pasó en medio de ellos, y nadie pudo ponerle la mano encima. En otra ocasión, querían apedrearlo, pero Él no tomó represalias; sólo se fue, y nadie pudo tocarlo. Cuando Jesús pasó en medio de esa muchedumbre, no tuvo temor. Él sabía que ellos no podían hacerle daño porque andaba en el amor de Dios. Cuando Jesús dijo que pusiéramos la otra mejilla, no quiso decir que nos quedáramos quietos para que nos dieran una golpiza. Su significado es que debemos vivir en amor y en fe, confiados en que el poder de Dios que acompaña ese amor nos protegerá. Por ejemplo, alguien puede lanzarnos un golpe ¡y será imposible alcanzarnos! La historia de Nicky Cruz, descrita por David Wilkerson en su libro: “La cruz y el puñal”, es un ejemplo concreto de ese principio. Nicky tenía la reputación de ser el líder pandillero más despiadado de su época. No obstante, cuando David Wilkerson estuvo frente a él, hablándole de Jesús, Nicky no pudo hacerle ningún daño. Él intentó apuñalarlo varias veces con su puñal; sin embargo, cada vez que lo hizo, David sólo dijo: «Nicky, me puedes cortar en mil pedazos y cada uno de esos pedacitos aún diría: te amo y Dios te ama». A causa del amor, Nicky no pudo acercarle su puñal lo suficiente como para herirlo. Cada vez que lo hacía, una fuerza sobrenatural lo detenía. “¡Pero yo no poseo esa clase de amor!”. Sí, tú la tienes. En Romanos 5:5 leemos que el amor de Dios ha sido derramado en tu corazón por el Espíritu Santo. Sólo debes tomar la determinación de actuar basado en ese amor, no por tus sentimientos. Mi amigo, ¡el amor nunca falla! No le temas al fracaso. De hecho, no debes temerle a nada. Si estás caminando en el amor de Dios, estás viviendo la clase de vida más poderosa que pueda existir. Lectura bíblica:  Mateo 5:38-48

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