7 de Febrero - Mejor dale gracias a Dios

Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland - A podcast by Kenneth y Gloria Copeland

7 de Febrero Kenneth Mejor dale gracias a Dios “Si es posible, en cuanto dependa de ti, vive en paz con todos” (Romanos 12:18, AMP) Recién convertido, ¡me era casi imposible vivir en paz con la gente! La mayoría de las veces, cada vez que abría mi boca, decía cosas desagradables. Constantemente, hería a las personas que más quería. A decir verdad, les hablaba con más aspereza a ellas que a los demás. Criticaba tanto la forma de conducir de Gloria que ella rehusaba hacerlo mientras yo estaba con ella. Mis hijos empezaron a evitarme porque siempre estaba criticándolos. No quería ser tan insensible, sin embargo, no podía evitarlo. Me dominaba el hábito de hablar de manera grosera, y no sabía cómo corregirlo. Pero un día, leí en Efesios 5:4: «Tampoco digan obscenidades, ni tonterías ni palabras groseras. Eso no es conveniente. En vez de eso, den gracias a Dios». Cuando leí eso, me di cuenta de que necesitaba reemplazar las palabras que solía decir con palabras de acción de gracias, y eso solucionaría mi problema. Después de todo, no podía hablar ásperamente y darle gracias a Dios al mismo tiempo, ni podía criticar a los que me rodeaban si tenía una actitud de agradecimiento hacia ellos. Entonces, decidí de inmediato poner este principio en práctica. Un día, entré de manera precipitada al dormitorio de mi hijo para regañarlo severamente por algo que había hecho; de pronto, reconocí que estaba actuando conforme a mi antiguo patrón de comportamiento. Me detuve, y pensé: La Palabra dice que esta clase de comportamiento está fuera de lugar, así que voy a detenerme y dar gracias a Dios. Después de pasar unos minutos alabando y agradeciendo al Señor, no me sentía tan enojado como antes. Si tienes la costumbre de hablar de forma áspera, empieza a despojarte de ese mal hábito. Cuando alguien te contradiga en el trabajo, en el colegio o en cualquier otro lugar y te sientas tentado a responder con palabras fuertes, ¡detente! Tómate unos momentos para agradecer y alabar a Dios. Una vez que empiezas a pensar en la bondad de Dios, verás que esas palabras groseras se quedarán dentro de tu boca. En lugar de usar tu lengua para destruir a la gente, disciplínala para decir alabanzas a Dios. Así, ¡te será más fácil vivir en paz con los demás! Lectura bíblica:  Efesios 4:26-32; 5:1-4

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