4 de Octubre - El testigo decisivo
Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland - A podcast by Kenneth y Gloria Copeland
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4 de Octubre Kenneth El testigo decisivo «Pero si no te hace caso, haz que te acompañen uno o dos más, para que todo lo que se diga conste en labios de dos o tres testigos». (Mateo 18:16) Tu ciertamente has estado muchas veces en el valle de la decisión, balanceándose precariamente entre la victoria y la derrota. Por un lado, se encuentra la palabra del mundo escrita por Satanás que le dice: “No vas a ser sanado”; por otro, la Palabra de Dios diciendo: mi Palabra es sí, y amén y «…Por sus heridas fueron ustedes sanados»(1 Pedro 2:24). ¿Quién será el que determine el resultado de todo? Tú serás. Tú serás el testigo decisivo. Recuerdo a un hombre que me pidió que orara por él, y le dije: "La Palabra dice que estás sano". El hombre me interrumpió y dijo: «Sí, yo sé que dice eso, pero tengo este terrible dolor aquí…». Lo miré a los ojos y le dije otra vez: La Palabra dice que por la llaga de Jesús fuimos sanados.«Lo sé —respondió él—, pero tengo este terrible...». Sacudí mi cabeza en forma negativa y le dije: "Escúchame, la Palabra dice que estás sano". «Se sonrojó y dijo: “Sé lo que dice, pero tengo este...». Finalmente, se quedó callado y me miró. Él no se había dado cuenta de que estaba dejando que los síntomas físicos fueran su evidencia. No le importaba lo que la Palabra dice, él sólo creía en lo que podía ver y sentir. Cuando se tranquilizó, le dije: "Mira, tú quieres que esté de acuerdo contigo y estás enojado porque no lo estoy; pero si lo hago, podrías morir. Ahora bien, si te pones de acuerdo conmigo y con la Biblia, podremos lograr que recibas tu sanidad. De repente, lo entendió. Sus ojos se iluminaron: «¡Oh, alabado sea Dios! Comprendo lo que quiere decir. Entonces, ¡estoy de acuerdo con la Palabra de Dios!». Le impuse manos, y Dios lo sanó al instante. Lo ves, él recibió la sanidad cuando estuvo de acuerdo con Dios. Pudo haber recibido la sanidad en su habitación o mientras manejaba o en cualquier otra parte. Pudo haberla recibido en el momento que decidiera ser el testigo decisivo. Tu parte es orar y confirmar tu testimonio. Si lo haces, Dios te respaldará; y cuando Él te respalda, todo lo demás debe alinearse o quitarse de en medio. Tu eres el testigo decisivo. ¿Cuál será tu decisión? Lectura bíblica: Mateo 18:15-20