29 de Agosto - Tú tienes la llave
Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland - A podcast by Kenneth y Gloria Copeland
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29 de Agosto Kenneth Tú tienes la llave «A ti te daré las llaves del reino de los cielos. Todo lo que ates en la tierra será atado en los cielos, y todo lo que desates en la tierra será desatado en los cielos» Mateo 16:19 El texto griego de este pasaje literalmente lee: «Yo te doy las llaves del reino. Lo que declares como cerrado en la Tierra será cerrado en el cielo, y lo que declares abierto en la Tierra se abrirá en los lugares celestiales». El cielo del cual Jesús estaba hablando no es el cielo donde Dios mora, sino de la zona de batalla: el cielo en donde operan las fuerzas de Satanás. Jesús estaba diciendo que Dios nos ha dado poder para atar a los espíritus malignos en los lugares celestiales, y para desatar a los poderosos ángeles de Dios, con el fin de que obren a nuestro favor. En Filipenses 2:9-10 leemos: «Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra». ¿Dónde? En el cielo, en la tierra y debajo de la tierra. Eso lo cubre todo. Como creyentes, tenemos autoridad total sobre los poderes de Satanás. Podemos ejercer autoridad sobre los espíritus malignos que están tratando de destruir esta nación. Podemos ejercer autoridad sobre ellos y destruir sus fortalezas en el nombre de Jesús. Es el momento de que empecemos a darnos cuenta lo importantes que somos en los asuntos de este mundo. Desde el día en que Jesús nos dio la Gran Comisión, la vida o la muerte del mundo ha estado en manos de la Iglesia. Somos los que tenemos el poderoso Nombre de Jesús y la imponente fortaleza del evangelio para traer vida y abundancia a cada criatura. Nuestras oraciones pueden cambiar todo cargo o puesto político en cualquier país. Nos corresponde comenzar a interceder ahora mismo y a usar el poder que Dios nos ha dado. Podemos provenir de países diferentes y de culturas diversas, pero todos tenemos algo en común: Jesucristo es nuestro Señor. Y eso es suficiente para alterar la trama espiritual de este mundo. Lectura bíblica: Hechos 4:1-14