24 de Septiembre - La voluntad de Dios es la libertad
Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland - A podcast by Kenneth y Gloria Copeland
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24 de Septiembre Gloria La voluntad de Dios es la libertad «Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad». (2 Corintios 3:17) Si pudiera resumirse la voluntad de Dios en una palabra, sería la palabra libertad. Dios quiere que todos sean libres del pecado, de las enfermedades, de la pobreza, de la opresión y de cualquier otra maldición. Esa libertad es lo que Jesús vino a darnos. Él dijo: «El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha ungido para proclamar buenas noticias a los pobres; me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos, a dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos» (Lucas 4:18). Jesús les enseñó a Sus discípulos a hacer lo mismo. Si tú eres un creyente nacido de nuevo, deberás hacer eso también. Algunas personas dicen: “Bueno, yo no sé nada al respecto. Puede ser que ésa no sea la voluntad de Dios para este tiempo”. Pero escucha, la Biblia dice que Dios nunca cambia. Él no ha cambiado Su voluntad para el mundo. Él no hace una cosa por algún tiempo y luego cambia de parecer en cuanto a ello. La vida de Jesús hace 2000 años fue un cuadro perfecto de la voluntad de Dios, y todavía lo es. Por eso, dejó instrucciones de ir y hacer las obras que Él hizo, y envió al Espíritu Santo para darnos el poder para hacerlas. Jesús todavía quiere hacer la voluntad del Padre aquí en la Tierra, pero la hará por medio de nosotros. Él tiene que obrar en nuestra vida hasta que estemos dispuestos a despojarnos de nuestras tradiciones y a dejarle hacer Su obra. Eso es lo que la Iglesia primitiva hizo. Los creyentes empezaron con un avivamiento porque hicieron lo que Jesús les enseñó. Adondequiera que iban, libertaban a la gente. Oremos por la iglesia de hoy para que le traiga al mundo la libertad de Dios. Dejemos de poner en duda la voluntad de Dios y empecemos a llevarla a cabo. Jesús dijo que las obras que Él hizo, nosotros las haríamos también, y aún mayores (Juan 14:12). Es hora de que empecemos donde Jesús terminó y libertemos a los cautivos. Lectura bíblica: Isaías 61:1-11