23 de Octubre - Escoge la vida

Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland - A podcast by Kenneth y Gloria Copeland

23 de Octubre Kenneth Escoge la vida «Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz». (Romanos 8:6) Si te dieran a escoger entre la vida y la muerte, ¿cuál escogerías? La respuesta parece obvia, pero en realidad no lo es. Elegir la muerte no significa saltar del puente más cercano, es mucho más sutil que eso. La Biblia dice que ocuparse de la carne y enredarse en el mundo es muerte. La Biblia también dice que la Palabra de Dios es vida: « Hijo mío, presta atención a mis palabras… Ellas son vida…» (Proverbios 4:20-22). Ocuparse del mundo es muerte. Ocuparse de la Palabra es vida. En Lucas 10, hay una historia que ilustra muy bien este principio: Es la historia de María y Marta. Quizás tú la recuerdas. María estaba sentada a los pies de Jesús oyéndolo enseñar mientras que Marta, muy afanada, estaba en la cocina preparando el almuerzo para todos. Por fin, Marta no soportó más; se acercó a Jesús y le dijo: «... Se acercó a Jesús y le dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje trabajar sola? ¡Dile que me ayude!»  Jesús le respondió: «Marta, Marta, estás preocupada y aturdida con muchas cosas.  Pero una sola cosa es necesaria. María ha escogido la mejor parte, y nadie se la quitará.»» (Lucas 10:40-42). María había dejado todo a un lado para oír la Palabra. Pero Marta había dejado que los asuntos, aparentemente importantes, de la vida tomaran prioridad sobre la Palabra. Había elegido la muerte en lugar de la vida. ¿Ves lo fácil que es caer en ese error? Podría decir: “Pero, hermano Copeland, si yo no pasara todo mi tiempo atendiendo los asuntos de la vida, terminaría fracasando”. ¿Realmente? Marta probablemente pensó lo mismo. Probablemente pensó que si no preparaba el almuerzo para toda esa gente, iban a pasar hambre. Pero no hubiera sido así. Jesús había alimentado milagrosamente a multitudes, y Él podía hacerlo otra vez en la casa de Marta. Ella pudo haberse sentado a los pies de Jesús y haber disfrutado de un banquete costeado por Dios. No cometas el mismo error que Marta. No te enredes tanto en los asuntos de la vida para que no escojas, por descuido, la muerte. Decide poner la Palabra en primer lugar. ¡Escoge la vida! Lectura bíblica: Romanos 8:5-13

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