21 de Octubre - Pacto de prosperidad
Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland - A podcast by Kenneth y Gloria Copeland
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21 de Octubre Kenneth Pacto de prosperidad «Más bien, acuérdate del Señor tu Dios, porque él es quien te da el poder de ganar esas riquezas, a fin de confirmar el pacto que hizo con tus padres, como en este día». (Deuteronomio 8:18) ¿Cuál es el propósito de Dios al hacer prosperar a Su pueblo? ¿Será para que tengamos televisores más grandes o para que compremos casas y automóviles más lujosos? No, es para que confirmemos el pacto de Dios en la Tierra y para que ayudemos a los necesitados. Algunas personas me han dicho: “Bueno, hermano Copeland, el ministerio de Jesús era de escasos recursos y a Él le iba muy bien”. Eso es ridículo. En todo el Antiguo Testamento Dios le prometió bendiciones materiales a cualquiera que anduviera perfecta y rectamente delante de Él. Si Dios no hubiera bendecido a Jesús económicamente, habría incumplido Su propia Palabra. Jesús no fundó ningún imperio material para sí. Pero eso no significa que Él era pobre, sino que fue la persona que más ha dado en toda la historia pasada, presente y futura del mundo, y ya es hora de que empecemos a seguir Su ejemplo. Cuando comencemos a dar y a ayudar materialmente a los necesitados, tendremos mayores probabilidades de ganar sus corazones. ¿Qué piensas que le sucederá al corazón de una nación hambrienta cuando llegue un avión 747 lleno de alimentos, ropa y suministros médicos en el Nombre y por el amor de Jesús? El corazón de esas personas se enternecerá y estarán más dispuestos a oír lo que tengamos que decir acerca de Jesús. Jamás permitas que nadie te diga que está mal que prosperes. Es malo para ti que no quieras prosperar, cuando esa prosperidad puede representar la diferencia entre el cielo y el infierno para millones de personas. Olvídate de tus propias e insignificantes necesidades. Aumenta tu visión y proponte dar para ayudar a los que están en necesidad y para confirmar el pacto de Dios en la Tierra. Mantente firme en la fe y prepárate para disfrutar la mayor prosperidad que jamás hayas tenido en tu vida. Lectura bíblica: Deuteronomio 8:11-18