19 de Julio - No endurezcas tu corazón
Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland - A podcast by Kenneth y Gloria Copeland
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19 de Julio Kenneth No endurezcas tu corazón «Los ojos del Señor están contemplando toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que mantienen hacia él un corazón perfecto...» 2 Crónicas 16:9 Los fariseos tenían una condición en el corazón que afligía a Jesús: sus corazones eran duros e insensibles. Si lees Marcos 3, te darás cuenta de lo que estoy hablando. Dios estaba allí, en medio de ellos. Y ¿quién mejor que ellos para saberlo? Conocían las Escrituras al derecho y al revés, y Jesús encajaba en todas las profecías mesiánicas allí escritas. Pero la insensibilidad de sus corazones no les permitió reconocerlo. Los corazones de los fariseos también estaban endurecidos a las necesidades de la gente. Hoy también encontramos esa misma situación. Sólo piensa en lo que esos fariseos hacían: Criticaban al ministro de Dios. Protegían sus tradiciones religiosas, en lugar de obedecer la Palabra de Dios. Se preocupaban más por su propio bienestar que el de sus semejantes. ¿Alguna vez has conocido creyentes que encajen en esa descripción? ¡Claro que sí! En realidad, todos hemos hecho ese tipo de cosas en algún momento de nuestra vida. Algunos de nosotros hemos cometido los mismos errores que cometieron los fariseos. Hemos estado tan concentrados en hacer y decir todas las cosas “correctas” que hemos dejado que la ternura del amor de Dios se enfríe en nuestro interior. Sé que eso es cierto, porque si no lo fuera, estaríamos viendo grandes manifestaciones de Dios a nuestro alrededor. Estaríamos viendo el avivamiento en cada rincón del planeta. Eso es lo que Dios anhela hacer. Él desea derramar Su Espíritu con poder sobrenatural por medio de Su Iglesia. Pero la dureza de corazón que hemos cultivado es la que lo está deteniendo. Si hoy deseas un derramamiento del Espíritu Santo en tu vida y la manifestación del poder de Dios en tu iglesia, examina la condición de tu corazón. Si encuentras allí cualquier tipo de dureza, arrepiéntete y pídele a Dios que te cambie. Pídele que te dé esa clase de corazón que te deje ver el poder de Dios actuando a tu favor. Lectura bíblica: Marcos 3:1-6