18 de Noviembre - ¿Sabes qué pedir?

Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland - A podcast by Kenneth y Gloria Copeland

18 de Noviembre Kenneth ¿Sabes qué pedir? «Y Jesús le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?» El ciego le respondió: «Maestro, quiero recobrar la vista». (Marcos 10:51) Todos sabemos qué es estar dando vueltas sin llegar a ninguna parte, lo que es salir de un aprieto económico por medio de la oración, para meterse en otro, y lo que es ser sanado de una enfermedad para que otra ataque. Sí, claro, nos esforzamos, oramos y tenemos fe, pero seguimos cayendo una y otra vez en los mismos problemas. ¿Por qué? Porque en realidad casi nunca sabemos qué pedir. Casi puedo ver tu reacción: “Créame, hermano Copeland, yo no tengo ese problema. Yo sé bien lo que necesito. Pero lo que tiene a mi cabeza dando vueltas es saber cómo vendrá la provisión para lo que necesito”. Eso es lo que la mayoría de la gente también cree. Muchos desperdician su tiempo orando por obtener cosas que en realidad no necesitan y pidiendo cosas que no quieren; y así, no logran conseguir nada. Mira conmigo Marcos 10, y verás lo que quiero decir. Bartimeo el ciego estaba sentado junto al camino mendigando cuando Jesús pasaba: «Cuando éste supo que quien venía era Jesús de Nazaret, comenzó a gritar y a decir: «Jesús, Hijo de David, ¡ten misericordia de mí!»... Arrojando su capa, el ciego dio un salto y se acercó a Jesús, y Jesús le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?» El ciego le respondió: «Maestro, quiero recobrar la vista.» Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado.» Y enseguida el ciego recobró la vista, y siguió a Jesús en el camino.» (versículos 47, 50-52). Ahora quiero que pienses en algo por un momento. A la luz de lo que las Escrituras dicen, ¿cuántas necesidades tenía Bartimeo? ¿Era sólo una? ¡No! Bartimeo no sólo era ciego, sino también mendigo. Probablemente él tenía más problemas de los que pudiera imaginarse, y cada uno era una necesidad real para Bartimeo. Pero lo que él necesitaba era la vista. Si podía volver a ver, todo lo demás se arreglaría. Bartimeo lo sabía, así que, cuando Jesús le dijo: Bartimeo, «¿Qué quieres que haga por ti?», él sabía exactamente lo que iba a pedir, y lo recibió. Hoy Jesús desea socorrerte como lo hizo con Bartimeo y proveerte de lo que necesitas. Pero ¿sabe qué pedir? Piénsalo bien, luego ora. Permite que el Señor Jesús que abra tus ojos y te muestre lo que en realidad necesitas. Al hacerlo, tus oraciones adquirirán una nueva dimensión, un nuevo poder: en vez de tocar de manera superficial tus problemas, irá directamente al grano y los resolverá, y tú no tendrás que desperdiciar más tu vida dando vueltas sin sentido. Lectura bíblica: Marcos 10:46-52

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