12 de Junio - Juega para ganar

12 de Junio Kenneth Juega para ganar «¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?» (1 Juan 5:5) A menudo escucho a la gente decir: “Lo importante no es ganar o perder, lo importante es jugar bien”. ¡Eso no tiene sentido! Si juegas bien, ¡ganará! Cualquier entrenador te dirá que jugar bien implica manifestar una actitud ganadora. Dios desea que como creyentes tengamos esa actitud: Que desarrollemos tanta fe en Él que podamos tener la expectativa de derribar todo obstáculo que el diablo nos lance. Él quiere que tengamos la expectativa de ganar en el juego de la vida. Esa actitud no siempre se adquiere con facilidad. Estamos tan acostumbrados a perder que es necesario que cambiemos totalmente nuestra manera de pensar si queremos tener una actitud ganadora. En Efesios, el apóstol Pablo exhorta a los creyentes a renovar su manera de pensar. Al igual que nosotros, esos creyentes necesitaban cambiar su actitud y renovar su entendimiento en cuanto al hecho de que Jesús había vencido al mundo. Si no lo has hecho, debes hacerlo también. Necesitas tener un sentido de confianza glorioso para que pueda decir: “Oye, diablo, la victoria es mía, y no hay nada que tú puedas hacer para evitarlo”. “Pero, hermano Copeland, no sabe la clase de situaciones por las que estoy atravesando”. Sé que yo no lo sé, pero Jesús sí lo sabe, y Él te dice que tenga ánimo, pues puede darte paz en medio de la tribulación. El Señor te dice que cuando Satanás venga en tu contra con todo lo que tiene, ¡cobres ánimo! porque Él ya ha derrotado al enemigo. Jesús ya lo venció y tú también puede hacer lo mismo. 1 Juan 5:5 lo dice así: «¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?». ¿Sabes qué quiere decir ese versículo? Significa que si eres creyente nacido de nuevo, tienes el derecho absoluto de ser un vencedor para superar todo aspecto de este mundo perverso. Piensa y medita al respecto. Comienza hoy mismo a desarrollar una actitud ganadora. Lectura bíblica:  Romanos 8:29-39