10 de Diciembre - Busca primero a Dios
Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland - A podcast by Kenneth y Gloria Copeland
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10 de Diciembre Gloria Busca primero a Dios «Por lo tanto, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas» (Mateo 6:33) Siempre que Kenneth y yo hablamos de vivir por fe, sé que hay personas que piensan: “Eso es fácil para ustedes, porque son predicadores y han tenido éxito”. En cierto modo es verdad que hemos tenido éxito, pero lo hemos recibido porque nuestro llamamiento exige que le pongamos atención a Dios, y ponerle atención a Él siempre produce éxito. Pero no siempre hemos vivido así. Es más, la primera vez que vi a Kenneth Copeland, no se imagina lo lejos que él estaba de ser un predicador, era piloto de aviones y cantaba en centros nocturnos. En cuanto a mí, era estudiante universitaria que no sabía nada del nuevo nacimiento y que había dicho que jamás me casaría con algún predicador. Poco después de casarnos, Kenneth inició en un negocio que pensamos que nos haría ricos. Dejé mi trabajo y me fui a trabajar para esa nueva compañía. Dos semanas después el negocio fracasó. Terminamos durmiendo en una cama plegable que se hundía en el medio. Teníamos una mesita de hierro que Kenneth había hecho en la secundaria y un televisor en blanco y negro. No teníamos ni refrigerador, ni estufa. Cocinaba en mi cafetera y en una sartén eléctrica, y ponía la comida afuera en una caja de cartón para que se mantuviera fría. Estábamos en la quiebra, sin empleo y muy endeudados. No teníamos a donde ir, ni muebles, no poseíamos absolutamente nada. Entonces, un día, tomé la Biblia que la madre de Kenneth le había regalado para su cumpleaños. Ella le había escrito este versículo: «Por lo tanto, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas». La abrí y leí Mateo 6. Decía que Dios tenía cuidado de las aves. Por primera vez en mi vida entendí en mi corazón que Dios se interesaba por mí. Me imaginé que si Él cuidaba de las aves, ¡también cuidaría de mí! Me arrodillé en aquella habitación casi vacía y le dije a Jesús que si podía hacer algo con mi vida, yo se la entregaba. Eso es todo lo que recuerdo haber dicho. No sabía que acababa de nacer de nuevo. Dos semanas después, Kenneth encontró un trabajo. Nos mudamos a un apartamento amueblado y compramos un mejor automóvil. En medio de todo eso, sucedió algo más: Kenneth también nació de nuevo. No te preocupes si “no ha tenido éxito”. Por supuesto que nosotros no lo tuvimos al principio. Sigue caminando con Dios y deja que Él te dé el triunfo. Él es un buen Dios para con todos (Salmos 145:9). Toma la decisión en tu corazón de buscar primero a Él, y todas las otras cosas serán añadidas. Lectura bíblica: Salmo 128