1 de Agosto - Recibe tu milagro
Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland - A podcast by Kenneth y Gloria Copeland
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1 de Agosto Gloria Recibe tu milagro «Porque con el corazón se cree para alcanzar la justicia, pero con la boca se confiesa para alcanzar la salvación». (Romanos 10:10) ¿Necesitas un milagro? Entonces ¡créelo, confiésalo y recíbelo! “Pero, Gloria, no sé si pueda hacer eso”. Si, ¡si puedes! Ya lo hiciste una vez, cuando hiciste a Jesús al Señor de tu vida, lo creíste, lo confesaste y recibiste el milagro más grande del universo, ¡el milagro de un espíritu renacido!. Cualquier otro milagro que recibas, vendrá de la misma manera. Empiezas simplemente creyendo lo que Dios dice acerca de tu necesidad, a permitir que la Palabra de Dios cambie tu corazón y tu mente. Muchas personas tratan de evitar este paso. Tratan de creer por un milagro sin invertir el tiempo suficiente en la Palabra para que esta transforme su mente y su corazón. Ellos sólo quieren confesarlo con su boca y que aparezca al instante. Pero no será así, porque lo que uno cree con el corazón, y confiesa con la boca es lo que recibirá. Si aún no tiene suficiente fe para creer que recibirá el milagro que necesitas, puedes conseguirla. «la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios» (Romanos 10:17). Así que, empieza a llenar los oídos de tu corazón con la Palabra hasta que nazca la fe para tu milagro. Eso hizo la mujer con el flujo de sangre. Ella creyó en su corazón que Jesús la sanaría, luego lo confesó en voz alta y después actúo conforme a su fe, y recibió su milagro. Jesús no fue quien tomó la decisión. Él no dijo: “Creo que hoy haré un milagro en la vida de esa pobre mujer”. No. Ella lo hizo realidad al conectar su fe al poder de Dios. Por eso, Jesús le dijo: «...hija; tu fe te ha salvado.»» (Mateo 9:22). Hoy tú tienes la misma oportunidad. El poder de Dios está presente en todo lugar. Tu fe lo traerá a tu vida, a tu cuerpo o a tus circunstancias. Por lo tanto, busca a Jesús. Cree, confiesa y recibe tu milagro hoy. Lectura bíblica: Mateo 9:18-31